La historia de Dyland y Lenny puede parecerse mucho a la del resto de los exponentes del reggaetón que hoy mandan en el mercado: amor por la música, un deseo enorme de darse a conocer, talento de barrio y un montón de sueños que quieren comenzar a hacerse realidad.
Y aunque este par de cantantes puertorriqueños quiere que el mundo caiga rendido ante la magia de su voz, con mucha frescura reconocen que su disco, My World, que ya está a la venta, no es el último invento del siglo ni la piedra filosofal. Pero entonces, ¿dónde está el toque especial para que el público comience a reconocerlos y aplaudirlos? La respuesta es muy sencilla…
“En una metáfora. Diríamos que cuando pides un café con leche y azúcar, el café es café, la leche es leche y todo es igual pero sabe diferente depende de qué tipo de productos uses, y así somos nosotros, lo que hacemos es de otra marca, sigue siendo lo mismo pero sabe diferente y bien sabroso”, comenta Dyland en medio de risas.
“Es algo que suena bien latino, como reggaetón boricua pero con elementos más americanos y más comerciales. De arranque tiene otro color porque aquí se mezcla el estilo hip-hop de Dyland, y la balada mía y es esa la química perfecta”, agrega Lenny.
Y es que con apenas un año de estar juntos batallando con la música, estos jóvenes no sólo han logrado poner su tema “Nadie te va a amar como yo” en la lista de las canciones más escuchadas de Billboard sino que su nombre ya empieza a escribirse en el mundo del reggaetón.
“Somos una propuesta nueva, queremos que hablen de nosotros como los exponentes de la buena música, como la evolución del género urbano”, afirma Dyland, quien admite que aunque figuras como Daddy Yankee, “el filósofo” Vico C, Don Omar y Wisin & Yandel son los reyes del negocio, no siempre van a ser jóvenes y pronto le dejarán espacio a la sangre nueva. “Tienen que venir otros exponentes”.
Sobre su futuro, el dúo reggaetonero prefiere no ser pretencioso y con mucha humildad afirman que antes que pensar en su vida en cinco años prefieren pensar en el hoy y en este momento su única meta es pegarse en el gusto de la gente como los grandes.
“A cualquier artista le gustaría estar en la cúspide de cualquier género, nos debemos al público, respetamos mucho a los artistas y por eso no decimos que queremos ser los reyes sino que preferimos pensar como atletas a los que les enseñan que los segundos y terceros no valen, entonces trabajamos para ser primeros”, comenta Lenny.
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